Cascia es el destino preferido de los peregrinos que vienen a presentar sus respetos a Santa Rita, cuyo cuerpo incorrupto se conserva en la moderna basílica que lleva su nombre. Santa Rita, la santa de las causas imposibles, es venerada en todo el mundo. En su fiesta, el 22 de mayo, se bendicen miles de rosas, en recuerdo de la que floreció en pleno invierno en su jardín de Roccaporena, su ciudad natal. Santa Rita, la rosa de Umbría, vivió todas las vocaciones: fue esposa, madre y monja y recibió un estigma en la frente de una espina de la corona de Jesús. Los peregrinos que entran en el Monasterio, donde vivió y murió Rita, pueden ver el lugar donde fue estigmatizada y la celda que alberga su ataúd , donde está pintado el verdadero rostro de la santa. Cascia cuenta con un importante patrimonio eclesiástico con espléndidos frescos, pero también es la cuna del azafrán, que se cultiva desde la antigüedad y que se puede degustar cada año en octubre durante el Mercado - Feria del Azafrán.