ASÍS, UNA EMOCIÓN PARA LOS OJOS Y EL ESPÍRITU Asís es inconfundible, incluso desde lejos, por su piedra rosada y su aspecto medieval. La abrazan las Basílicas de San Francisco y de Santa Clara que encierran un arte inmenso. Caminando por ella descubrirás su historia romana, sus fortificaciones medievales, el encanto de sus callejones y la belleza de algunas de sus vistas panorámicas. La obra y la grandeza de San Francisco son famosas en todo el mundo, pero otras historias también merecen ser conocidas: Asís acogió, durante la Segunda Guerra Mundial, a miles de desplazados y cientos de judíos se refugiaron en sus conventos de clausura. El Museo de la Memoria es prueba de ello.
laderas del monte Subasio, hasta un encinar centenario, donde Francisco se reunía en silencio en un abrazo con hermana Naturaleza. También se puede bajar a San Damián, entre los olivos, para conocer la vida de Clara, donde las pobres estancias que lo componen dan testimonio de su gran Fe. Para todos, creyentes o no, Asís es el lugar para comenzar de nuevo.