Foligno es la ciudad de Umbría que no te esperas, ubicada en una llanura junto a un río que forma parte de su vida. Siempre ha sido un importante cruce de caminos, aquí la Via Flaminia se cruza con la carretera hacia le Marche (región aledaña) y una antigua tradición define a la ciudad como "el centro del mundo", de ese mundo antiguo que acababa cruzando el Mediterráneo. El corazón de la ciudad está rodeado por los edificios del poder: el Ayuntamiento, la Catedral con su fachada que se puede leer como un almanaque y el Palazzo Trinci que creció con el ascenso de los señores de Foligno. Una sucesión de salas y frescos valiosos, un nombre sobre todo Gentile da Fabriano.

La actividad de la imprenta, que da testimonio de la vivacidad empresarial, se remonta a 1472 con la primera edición de la Divina Comedia en Italia.

A lo largo de las calles principales, donde se puede disfrutar de las compras, hay una sucesión de palacios de los siglos XVII y XVIII que dan a Foligno un ambiente elegante único en Umbría.
Para el deleite de los ojos, no se pierda la Quintana: hermosos personajes dan vida a trajes barrocos elaborados con destreza y pasión.