Gubbio es la antigua capital religiosa de los umbros, como atestigua un documento lingüístico en bronce de extraordinaria importancia. Es uno de esos lugares en los que el hombre ha sabido realzar la naturaleza; es la ciudad de piedra con un corazón que late por su santo patrón al que rinden homenaje con la loca Corsa dei Ceri. Espectáculo imperdible como el de los campaneros subiendo a la torreta del Palazzo dei Consoli.

Gubbio, tan medieval, vive plenamente el Renacimiento con la construcción y decoración del Palacio Ducal, situado frente a la austera catedral, y una producción de cerámica de mil reflejos solicitada por las cortes europeas.

casas, cuidadosamente rehabilitadas , conservan "la puerta del muerto", un curioso apodo que no corresponde a la realidad. Y para disfrutar de una vista privilegiada de la ciudad y sus alrededores, subid hasta donde nunca llegará ningún ascensor, a la logia del Palazzo dei Consoli, a la altura del vuelo de las golondrinas.